Ese roce imperceptible, esa imparable caricia de la vida que hace temblar al universo... ¡Renace! '¡Renace en ti, en todas esas cosas que tú eres, y déjate ser el mundo, el trueno, la chispa, el bello ser humano que nunca dejaste de ser!
domingo, 24 de enero de 2010
Me declaro culpable
Si, es cierto.
Me confieso romántica hasta los huesos, adoradora de las notas tristes de un piano solitario; me confieso amante del dramatismo y las lágrimas. Declaro que soy mentirosa e impredecible, capaz de no decir la verdad si es necesario. Me confieso sádica, con una horrible obsesión por las heridas y la sangre; confieso haber pensado más de una vez en cambiar y al final no haberlo logrado.
Me declaro tonta, irracional e impulsiva la mitad de mi tiempo; afirmo que la otra mitad soy solitaria y dramática, con amor por el silencio y las puestas de sol. Confieso que me gustan las noches con estrellas, tumbada sobre la hierba fría y húmeda; admito que odio y odiaré por siempre que los demás sufran, y admito que me gusta sufrir. Me confieso horrible, detestable, insoportable; me confieso cansina y cansada de todo y a todos.
Me declaro culpable de ser como soy, con todos los cargos. Ahora vosotros, jurado, decidiréis mi castigo.
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