Hasta el bostezo ahora es menos intenso.
Soy una alfombra
y no hago nada.
Nada, nada, nada
como los peces,
que abren la boca y te miran
muy fijamente,
con su mente fijando burbujas en el coral
sobre la roca fría y gris azul,
azul cielo pero no tan cielo,
cielo para los que bajo piedra hacen tierra
y polvo, ceniza suave como tocar el aire.
Me lleno los pulmones con nada,
como los que no son peces, por ser más grandes,
tragan seres con sólo imaginarlo
-te imaginas, qué dilema para un vegetariano.
Ese roce imperceptible, esa imparable caricia de la vida que hace temblar al universo... ¡Renace! '¡Renace en ti, en todas esas cosas que tú eres, y déjate ser el mundo, el trueno, la chispa, el bello ser humano que nunca dejaste de ser!
viernes, 2 de enero de 2015
miércoles, 31 de diciembre de 2014
Beligerante como tantas otras veces
Como la Bestia cuando se eriza, se irrita
porque no puede hacer nada
ni sujetarme
ni lanzarme
ni romperme
ni arreglarme
y se queda la ropa varada
y con su boca afilada ella grita,
y los barcos vacíos se dan la vuelta
y muestran todo su silencioso interior.
En medio, somos más felices que nunca
beligerantes, azules bajo el agua.
porque no puede hacer nada
ni sujetarme
ni lanzarme
ni romperme
ni arreglarme
y se queda la ropa varada
y con su boca afilada ella grita,
y los barcos vacíos se dan la vuelta
y muestran todo su silencioso interior.
En medio, somos más felices que nunca
beligerantes, azules bajo el agua.
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