El viento aprendió a decir adiós para poder despedirse de las cosas que amaba, ya que no podía hacer más que dejarlas atrás.
Aún no he oído que el viento haya aprendido a no mirar atrás.
Ese roce imperceptible, esa imparable caricia de la vida que hace temblar al universo... ¡Renace! '¡Renace en ti, en todas esas cosas que tú eres, y déjate ser el mundo, el trueno, la chispa, el bello ser humano que nunca dejaste de ser!
viernes, 10 de junio de 2011
miércoles, 8 de junio de 2011
Pestañear para decir "me gustas"
La precisión del instante en que el chico le guiñó el ojo, mientras una paloma cruzaba su campo de visión con un espectacular vuelo rasante, le pareció adorable.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)