Y a fuerza te recuerdo
que no soy sino yo y tú
y que plata es ahora el tiempo
pasado
sin futuro
y que blanco y verde
y negro y transparente
es el día frío
que aún no llega;
y que atrás quedo
y se queda
y sigo aquí
para volver hacia delante
y que todo quede
como nunca ha sido.
Y la vi,
y la miraré a los ojos...
Ese roce imperceptible, esa imparable caricia de la vida que hace temblar al universo... ¡Renace! '¡Renace en ti, en todas esas cosas que tú eres, y déjate ser el mundo, el trueno, la chispa, el bello ser humano que nunca dejaste de ser!
viernes, 18 de noviembre de 2011
domingo, 13 de noviembre de 2011
Y se quedarán los árboles sin ropa
Dicen que aún no llega
la nieve nueva,
que tu fuego de niña quema
las hojas del otoño;
y el cobre del aire se va
dejando al sol desnudo,
frío,
como el blanco invierno.
Y aún roja quedará
la línea del fin del mundo
que conoces,
que conozco,
el límite de todas mis horas
que terminan en tu espalda:
y mi piel se perderá
sin tus dedos,
sin tus ojos
de niña fiera,
que me miran y me queman,
y tú sigues otoño
y yo me quedo invierno
cada vez que te vas
Viento en días nublados
A veces,
siento la dulzura
en mi cuello,
como el tierno brillo
de la guillotina del tiempo
cayendo sobre los recuerdos;
el frío vuelve, inquieto,
de la mano del invierno,
y el otoño muere intenso
a cada nuevo atardecer.
Por los besos
y los versos
incumplidos,
que nunca llegaron a crecer.
¿Dónde vas, otoño?
Que esta no será
la tercera vez
que te marchas
sin hablar.
siento la dulzura
en mi cuello,
como el tierno brillo
de la guillotina del tiempo
cayendo sobre los recuerdos;
el frío vuelve, inquieto,
de la mano del invierno,
y el otoño muere intenso
a cada nuevo atardecer.
Por los besos
y los versos
incumplidos,
que nunca llegaron a crecer.
¿Dónde vas, otoño?
Que esta no será
la tercera vez
que te marchas
sin hablar.
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