
Dos manos no son suficientes
para acariciarte todos los "te quiero"
que estallan aquí dentro;
que mueren entre mis labios y los tuyos,
que se pierden con mi aliento
para no volver.
Escucha a mi piel;
pide a gritos que no te alejes más,
que son muy fríos esos centímetros
que la separan de ti.