Ese roce imperceptible, esa imparable caricia de la vida que hace temblar al universo... ¡Renace! '¡Renace en ti, en todas esas cosas que tú eres, y déjate ser el mundo, el trueno, la chispa, el bello ser humano que nunca dejaste de ser!
¡Gracias, gracias, gracias! ¡Muchas gracias!
Da igual: con nieve o calor, esa campa siempre será esa campa. Voy a amarla hasta que mi cuerpo pueda formar parte de ella.