Asómbrate, ser humano, de que estás vivo. Quéjate de que estás vivo.
Renace, cuantas veces sea necesario, para estar vivo.
Vívete, porque estás vivo.
Vívete, porque estás vivo.
Ese roce imperceptible, esa imparable caricia de la vida que hace temblar al universo... ¡Renace! '¡Renace en ti, en todas esas cosas que tú eres, y déjate ser el mundo, el trueno, la chispa, el bello ser humano que nunca dejaste de ser!