Si el lince ibérico tuviese pulgar, se mesaría la barba.
Haría "¡Hum, hum!", como cuando tosen los viejos fumadores que fuman en pipa , y leería el Pirineos Times cada tarde después de comer, pero solo si tuviese gafas. Si hiciese fuego, tendría que cuidarse de no quemarse la cola con las chispas, y se pondría zapatillas de estar por casa para no pisar la ceniza. Y Lince Jr. jugaría a la Nintendo en vez de cazar ratones y pájaros pequeños.
Si llamasemos a un lince hembra con nombre femenino, ¿sería Linza? Igual el refugio se llama así por un lince hembra.
Pero como el lince ibérico no tiene pulgares no puede tirar de la cadena al ir al baño, ni sostener el periódico, ni mesarse la barba.
Así de simple es la cosa.
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