Para viajar a otro mundo, ponte una pizca de sal en la lengua.
Camina sobre arena caliente y luego mete los pies en el mar.
Respira.
Folla.
Enamórate.
Cáete al agua.
Túmbate en el suelo helado.
Ponte un hielo en la boca.
Sonríe.
Comete un helado en invierno.
Haz el amor.
Besa.
Salta.
Ríete hasta que te duela la tripa.
Lee.
Y, ante todo, no dejes de soñar. Con lo que sea.
Pero sueña.
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