jueves, 4 de agosto de 2011

Dos puntos suspensivos y en blanco

Si, tu fuiste estrella fugaz ayer; por tres veces mis labios pensaron tu nombre en la más dulce tristeza, en el más tierno de los segundos que el tiempo me ha regalado. Ayer, la noche brillante se llamaba igual que tu, y respiraba igual que tu.

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