
Esta mañana, mi habitación era cenizas
en una madrugada azul y gris.
Y la luz fría de un otoño invernal
jugaba a no entrar por mi ventana;
yo tenía miedo de abrir los ojos y llorar,
de ver tu piel
teñida dulcemente de penumbra,
y llorar entre tus brazos aún dormidos.
Asustada
de seguir soñando,
aún estando despierta.
Si realmente respirabas en mi nuca... es que soy una muerde almohadas! aaah! jijiji no me he podido aguantar ^^
ResponderEliminar