Ese roce imperceptible, esa imparable caricia de la vida que hace temblar al universo... ¡Renace! '¡Renace en ti, en todas esas cosas que tú eres, y déjate ser el mundo, el trueno, la chispa, el bello ser humano que nunca dejaste de ser!
Pensé que tal vez pudiese apilar cama sobre cama hasta conjurar el sueño; pero acabé durmiendo en un escalón de piedra, entre un ligero silencio negro que empezó a desteñir cuando apareció el sol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario