Cierro los ojos, y escucho.
Voces que hablan desde el interior de un bosque centenario, que me hablan de las colinas y de las montañas nevadas; voces de cascada que me cuentan cómo caen las piedras de la ladera. Escucho voces que me cantan desde lejos, que se mueven como el viento entre las nubes, voces que me describen los cantos de los ángeles que hay más allá. Escucho voces que me susurran bajito entre la hierba, entre las hojas que se caen en otoño; voces que me cuentan de lo que hablan las tormentas cuando se precipitan sobre los valles.
Abro los ojos, y veo.
Veo valles y colinas, montañas nevadas y bosques de viejos árboles; veo cascadas y laderas de piedras inquietas azotadas por el viento. Veo nubes grises y lluvia que cae sobre hierba verde.
Para verlo todo, sólo hace falta abrir los ojos; para escucharlo todo, sólo hace falta prestar atención.
joer ana este texto (escucho)es prefecto me encanta!! lilu
ResponderEliminarGracias ^^ Estoy haciendo más de este estilo, va por venadas je je je. Me alegro de que te guste (y es un puntazo que hayas comentado, subete tres puntos tu puntuacion de madrina je je je)
ResponderEliminarY no, no soy nacho por mas que lo diga... este ya se ha metido en mi ordenata ¬¬
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