domingo, 10 de octubre de 2010

Sueño

Hay noches que duran más de lo que se supone; esas noches en las que el reloj da su bendición y duerme, olvidando en su sueño hacer correr los minutos que siempre sentencian al fin a los momentos más hermosos. Y, como si de una bula se tratase, pase lo que pase en ese tiempo dormido siempre se alcanzará el cielo.

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