¿El tiempo no tiene botoncito de STOP? Esta tarde me habría gustado pulsarlo, en esos momentos en que estás tan a gustito que... ay, que los minutos se te escapan, y tu te acurrucas junto al otro para ver si con el calor pasa más lenta la cosa...
Pero no, las manecillas son rigurosas en cuanto a cumplir su horario. Así que sólo nos quedará intentar repetir los momentos en que, aún a riesgo de parecer bolitas de pelo, buscamos atrapar los segundos entre el calorcito, un abrazo... y cualquier película que haga llorar.
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