Ya echo de menos el mar, y aún no lo he visto. Ya lo necesito, con su olor a sal y su canción que nunca cesa. Esos días de sol, arena y libertad sobre la toalla; de saberme completa, en mis dos partes imprescindibles.
Ya echo de menos todas esas cosas, tan planeadamente hechas sin pensar, y aún no han llegado.
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