Yo meto la pata cuando abro la boca. Tú te pones triste.
Somos idiotas juntas, y lloramos porque tenemos miedo. Si estuviera contigo cuando digo la estupidez, te acariciaría el pelo azul y te pediría perdón.
¿Puedes -porfa- imaginarte que lo hago? ¿Puedes perdonarme?
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