Ese roce imperceptible, esa imparable caricia de la vida que hace temblar al universo... ¡Renace! '¡Renace en ti, en todas esas cosas que tú eres, y déjate ser el mundo, el trueno, la chispa, el bello ser humano que nunca dejaste de ser!
Recuerdo el olor. Me duele sólo de pensar en él.
Cálido. La habitación a oscuras. Una película de fondo, sin importancia alguna.
No importaba nada. Era mi tarde de otoño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario