Dormir contigo. O dormirme contra ti, pegada a ti, sabiendo en mi dulce inconsciencia quién eramos tú y yo.
Nada sabré hasta que vuelvas.
Entretanto, recordaré tu olor.
Ese roce imperceptible, esa imparable caricia de la vida que hace temblar al universo... ¡Renace! '¡Renace en ti, en todas esas cosas que tú eres, y déjate ser el mundo, el trueno, la chispa, el bello ser humano que nunca dejaste de ser!