Dame un lugar, una hora, un minuto, y romperé todo este maldito mundo.
Este mundo que me exige, me exprime, me arrastra en palabras que sólo tienen que ver contigo. Dame esas mil razones que tenemos, esos millones de momentos, de partes de mi piel que no hacen más que recordarte; dame esta puta obsesión que me obsesiona, que me atonta, que me maravilla, que no me permite salir de ti.
Dame todos los océanos que rechacé. Dame todos los abismos que ignoré. Todos los solos, y a solas, todos los fuegos y los truenos que dejé pasar; todas las cosas que me enseñaron a no hacer y que no dejo de hacer contigo. Dame todos mis delirios para ponerlos con los tuyos, dame la mitad que tienes de mi para romperla en pedazos y ser solamente tú. Destrúyeme...
Ese roce imperceptible, esa imparable caricia de la vida que hace temblar al universo... ¡Renace! '¡Renace en ti, en todas esas cosas que tú eres, y déjate ser el mundo, el trueno, la chispa, el bello ser humano que nunca dejaste de ser!
jueves, 13 de septiembre de 2012
jueves, 30 de agosto de 2012
Creación, recreación
Cada obra. Cada trabajo. Cada esfuerzo. Cada creación -recreación-.
Un nuevo Génesis. El Apocalipsis para comenzar de nuevo; mezcla, pérdida, unión, conocimiento -reconocimiento-, renacer. Desarrollo. Resultado.
El Fin.
Un nuevo Génesis. El Apocalipsis para comenzar de nuevo; mezcla, pérdida, unión, conocimiento -reconocimiento-, renacer. Desarrollo. Resultado.
El Fin.
martes, 28 de agosto de 2012
Toki ni ai wa
Pero, me diréis, ¿de qué sirve arrepentirse?
Arrepentirse es rehacer el pasado en tu propia cabeza; reconstruir, pintar, destruir y volver a montar los recuerdos de una situación, de una decisión, de una acción. Arrepentirse es cambiar el mundo a la carta, en un espacio tan limitado como es nuestra imaginación; arrepentirse es joderse noche tras noche, momento a momento, canción a canción. Arrepentirse es llorar por cosas por las que en su momento decidimos que no teníamos por qué llorar; es quemarse en el mismo recuerdo una y otra vez, es no permitirse olvidar esas palabras, esos gestos, ese olor, ese tacto. Arrepentirse es no perdonarse, es odiarte, es no-dejar-de; es caerse en los momentos de debilidad, es hundirse en la mierda cuando se está triste, es querer salir corriendo hacia atrás. Arrepentirse es olvidar lo que nos hizo decidir, es descartar lo malo y sobreponer lo que nos mantenía felices. Arrepentirse es quedarse un día de lluvia en nuestra mente, es doler y dolerse. Arrepentirse es dejar un hueco y no permitir que sea cubierto. Arrepentirse eres tú, es yo, somos nosotros; un continuo "y si", un perpetuo "si fueras", un eterno y jodidamente doloroso "si no hubiera..."
Arrepentirse es rehacer el pasado en tu propia cabeza; reconstruir, pintar, destruir y volver a montar los recuerdos de una situación, de una decisión, de una acción. Arrepentirse es cambiar el mundo a la carta, en un espacio tan limitado como es nuestra imaginación; arrepentirse es joderse noche tras noche, momento a momento, canción a canción. Arrepentirse es llorar por cosas por las que en su momento decidimos que no teníamos por qué llorar; es quemarse en el mismo recuerdo una y otra vez, es no permitirse olvidar esas palabras, esos gestos, ese olor, ese tacto. Arrepentirse es no perdonarse, es odiarte, es no-dejar-de; es caerse en los momentos de debilidad, es hundirse en la mierda cuando se está triste, es querer salir corriendo hacia atrás. Arrepentirse es olvidar lo que nos hizo decidir, es descartar lo malo y sobreponer lo que nos mantenía felices. Arrepentirse es quedarse un día de lluvia en nuestra mente, es doler y dolerse. Arrepentirse es dejar un hueco y no permitir que sea cubierto. Arrepentirse eres tú, es yo, somos nosotros; un continuo "y si", un perpetuo "si fueras", un eterno y jodidamente doloroso "si no hubiera..."
jueves, 23 de agosto de 2012
Desnudez, sudor, pánico
Te echo de menos, Bestia. Como siempre, como nunca, todos mis pensamientos me llevan a la idea de que no puedo vivir sin ti. Sin mi virtud, sin mi fuerza, sin mi muerte prematura, sin tus garras, sin la brillante y dulce locura de mi sinvivir conviviendo contigo, Bestia.
No te voy a sobrevivir, Bestia.
Mala Bestia, Bestia de mis pesadillas, de mis sueños, de mis noches, de mis echarte de menos.
Te echo de menos, lobo, león, pájaro, tiburón, mantarraya, Bestia, mi Bestia, tu Bestia, tu... tú. Tú, mi yo, mi nada. Tú.
TÚ
lunes, 20 de agosto de 2012
Marfil
La blancura de cada movimiento descansando sobre mi espalda. Notas elegantes que danzan sin ritmo, pero a tiempo.
Y todo está en penumbra; todo es cálido.
Crece, y encuéntrame. Cree en mí, y encuéntrame.
Desiste de mí, y ámame. Por esa forma que tengo de dejar de ser yo, de salir de mí,
-de mí, sin límites-
ámame para poder no amarte, para ser constante, para tenerte, para ser tú en mí, en todas las cosas que podemos ser y que llevamos sobre la espalda. Para amar con esa elegancia de quien no pretende nada.
Con la finura de la arena,
la suavidad del cristal,
la blancura del marfil.
Y todo está en penumbra; todo es cálido.
Crece, y encuéntrame. Cree en mí, y encuéntrame.
Desiste de mí, y ámame. Por esa forma que tengo de dejar de ser yo, de salir de mí,
-de mí, sin límites-
ámame para poder no amarte, para ser constante, para tenerte, para ser tú en mí, en todas las cosas que podemos ser y que llevamos sobre la espalda. Para amar con esa elegancia de quien no pretende nada.
Con la finura de la arena,
la suavidad del cristal,
la blancura del marfil.
Simas, lo salvaje
Bestia, ¿puedes moverte?
Los engranajes se han puesto en marcha. De nuevo, vapor y velocidad.
¿Lo oyes?
Es alambre, metal y martillos; el mecanismo chirría. Bestia, salgamos de aquí.
Vamos a contemplarlo todo desde fuera, desde el universo, desde la creación. Desde el amor y el cambio, cambio de brillo metálico, de tonos verdes y blancos, cambio desde el cielo, desde dentro, desde la destrucción.
El abismo comienza a moverse.
Los engranajes se han puesto en marcha. De nuevo, vapor y velocidad.
¿Lo oyes?
Es alambre, metal y martillos; el mecanismo chirría. Bestia, salgamos de aquí.
Vamos a contemplarlo todo desde fuera, desde el universo, desde la creación. Desde el amor y el cambio, cambio de brillo metálico, de tonos verdes y blancos, cambio desde el cielo, desde dentro, desde la destrucción.
El abismo comienza a moverse.
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