miércoles, 3 de noviembre de 2010

Adiós, perdices

Todo el mundo habla del final feliz, del banquete con perdices y los cuentos colorados que se suben al tejado. Ese extendido y mitificado "happy ending", tan conocido como difícil de conseguir.
¿Qué hubiese dicho la princesa si se hubiese marchado del lado de su príncipe? ¿Si hubiese caído enamorada de la hermosísima y malvada bruja, y le dejase por ella?
Tal vez no hubiese dicho nada. O hubiese parpadeado dulcemente con sus largas pestañas, esbozado una triste sonrisa y tal vez hubiese dicho algo, un consuelo sin consuelo.

-Adiós, amor mío, mi final feliz; me embarco en pos de mi propia aventura, que sé larga y dolorosa para mí. Sigue adelante, príncipe, y no olvides olvidarme.

2 comentarios: