lunes, 4 de abril de 2011

Hoy, día uno



Hoy, tengo sueño.
He dado un bonito paseo, olvidándome de todo; hasta del examen que supuestamente debía estar estudiando en esos momentos.
Pero sienta bien no hacer lo que debes de vez en cuando, sino aprovechar lo que se te ofrece en ese mismo instante (instante que puede ser horas, ¡o días!). Seguir ese misterioso, irrefrenable instinto, que te lleva a hacer algo en lo que probablemente no habías pensado, pero que te parece una idea maravillosa. Como comprar ositos de gominola en la copistería donde estás recogiendo los apuntes.
Es curioso lo que se parecen las palabras "instinto" e "instante"... me recuerdan al café instantáneo, y sin embargo cada vez quie imagino una taza de café... pienso inmediatamente en relajo, en calma, en... paz...

2 comentarios:

  1. A mí me pasa lo mismo... con los ositos de gominola. Aunque el olor a café no está mal!

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  2. A mi no me gusta el café... sólo el olor del café molido, pero sin hacer :P. Sin embargo, la imagen me encanta!

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