martes, 3 de mayo de 2011

Estación, primera parada: Manía



Eres... como intentar escribir con un boli gastado. Como las tres y veinte de la madrugada, con los ojos fijos en la luz del despertador.
Arriba, sábanas, hora de levantarse; eres como un buen despertar, con pelos de bruja y sonrisa de haber soñado bonito.
¡Pare, pare, revisor, que tengo un plan!
¡Arriba, que se nos va la vida!
¡Piii-piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!
Vapor, niebla de guerra; así, no vemos el futuro.
¡Piouiiiiiiiiiiiiiiiiii!
Nunca le digas adiós a ese tren desde el andén. Súbete, aunque sea de polizón.

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