lunes, 3 de octubre de 2011

Porque nada de eso es menos que un sueño

A veces pienso. Y pienso, y adivino, y siento que soñarte no es dormirte. Que dormida sueño contigo, y sueño miles de horas, y sueño miles de veces tú; que te sueño despierta y de pie, que te sueño aún cuando me abrazas, aún cuando me besas sueño contigo. Y no quiero dejar de soñarte.
Pero, si pudiera, te dormiría. Te dormiría todas esas horas que he soñado, los mil días que he estado soñando, las infinitas veces que eres tú; te dormiría aún despierta, por todos los abrazos y los besos que me has hecho soñar. Te dormiría, y aún así seguiría soñándote, para no echarte de menos.

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