Ese roce imperceptible, esa imparable caricia de la vida que hace temblar al universo... ¡Renace! '¡Renace en ti, en todas esas cosas que tú eres, y déjate ser el mundo, el trueno, la chispa, el bello ser humano que nunca dejaste de ser!
Eres como una serpiente que ha aprendido a andar; en mi vida te has erguido sin apenas hacer ruido y ahora no me dejas respirar. Eres como una serpiente, y tu corazón de poeta muerto bombea sangre caliente.
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