sábado, 13 de marzo de 2010

Si por hablar fuese

¿Sabes qué? No puedes evitar importarle a la gente. No lo intentes, no te gastes, importa y ya está.
Y si, me preocupo por tu felicidad. Vive como te de la puta gana, se como coño quieras ser; sufrir seguirás sufriendo, de ti solo depende como te vayas a tomar ese sufrimiento. Pero me preocupo por tí, me da igual que te guste o no. Si me mandas a la mierda me iré alli pensando en si estarás bien o no. ¿Aún no has entendido que me importas más que yo misma?
Como quieras y porque quieras. Eso es una jodida ilusión, nunca va a ser así, y te vas a cansar del dolor que te van a causar las ostias que te den. ¿Que te gusta lo ideal? Búscalo, pero no lo fuerces. Ni obligues a los demás a que lo vean, los defectos en ocasiones están bien porque ayudan a encontrar los propios.
¿En soledad? Eso es lo que tu crees. No me he alejado de ti todavía, ni lo voy a hacer.
A la mierda el egoísmo, la hipocresía y todo lo demás. Yo también lo soy y muchísimo, y lo reconozco; pero no presumas de reconocerlo. Son defectos, ¿vale? No se puede vivir simplemente aceptándolos; por más que duela, hay que tratar de cambiarlos, no por los demás sino por uno mismo.
Me importas, me importas, me importas. ¿Te jode que lo diga? Me importas, pues aguantate. ¿Qué coño de sufrimiento te puede provocar? Intenta por un momento ponerte en el lugar de la persona a la que le importas. Me importas mucho. ¿Lo entiendes? Si no quieres que se te acerque nadie dilo, ponte un cartel en la frente, grita, se borde; pero no te engañes. Me importas, me importas, me importa que estés bien, me importa que seas feliz. Si tu eres feliz yo buscaré mi felicidad también, esté donde esté; si estás mal mi felicidad pasará a segundo plano, porque me importas.
Jódete, aguanta, el dolor se puede ir. No trates de alejarte para que no te hagan sufrir, eso ya no es ser egoísta, es ser un hijo de puta; porque hay gente a la que le importas. Lo peor es que lo sabes, y te molesta importarle a la gente. Aún no entiendo tu jodida razón para eso.
Me da igual hablar mal, si lo que quieres es soltar todo hazlo y yo lo haré también, porque si fuera por cosas que decirte me estaría la mitad de mi vida hablando contigo.
Sufre como el ser humano que eres, busca ser feliz, y si puedes hacer felices a los demás sin hacerte daño adelante.
Jódete, pero ME IMPORTAS.

Danke

Y aún me sigo preguntando si te conocí de verdad. ¿Qué me faltó por ver en tí, para darme cuenta de lo que eras?
Y aún me sigo preguntando qué hiciste para engancharme así. ¿Qué tienen tus ojos, que tantas cosas he visto transmitir pero ninguna he sabido interpretar?
Y aún me sigo preguntando por qué ahora. ¿Por qué mis decisiones acaban siempre empapadas de lo que más detesto de mi?
Y aún me sigo preguntando si has sido feliz. ¿Alguna vez te sentiste de verdad, y no te hiciste sentir?
Y aún me sigo preguntando, porque no tengo ni idea de adonde ir. No sé de donde viene esta maldición, no sé de donde ha salido mi confusión.
Antes de seguir como estoy, te seguiré preguntando. Seguiré preguntando qué nos pasó, que me pasó, qué te pasó; me sigo preguntando si pudiendo llorar... sonreímos.

jueves, 11 de marzo de 2010

Largo adiós para un extraño príncipe




Estoy cansada. Muy cansada, de todo.
Porque llevo ya demasiado tiempo con esto, demasiado tiempo dandole vueltas y comiendome la cabeza. Estoy harta de siempre tener que planchar mi corazón después de cada arruga, de tener que coserlo cada vez que se le hace un desgarrón. Tengo el alma zurcida a base de música y palabras, sin un sólo centímetro libre. Se acabó.
Se acabó. Y es que tú fuiste en mi vida como ese príncipe que me despertó del sueño; me bastó ver tus ojos oscuros para querer acercarme. Un poquito me era suficiente, ser tu amiga era una meta muy lejana todavía.
Te observé, te escuché casi a escondidas, oculta detrás de mi silencio; te comprendí, te admiré. Aprendí lo que te gustaba, lo que odiabas, lo que preferías y lo que no. Estuve dos años tratando de saberlo todo sobre ti. Y, cuando creía saberlo, me acerqué. Un simple "hola", un sentarse cerca, un participar en tu conversación. Luego hacer más cosas, dibujar, hablar, reír de vez en cuando.
Y una pausa.
Al volver, todo cambió. Estábamos cerca, mucho más cerca; la locura se compartía. Y vi en tí el príncipe que eras sin saberlo, y quise ser como tú.
Poco a poco, paso a paso, risa a risa, acabamos por acercarnos más; la amistad comenzó allí. Me sacaste de mi misantropía, me hiciste sacar todo lo que yo quería de mi, me reformaste el pensamiento; muchas cosas de mí se fueron a la basura, pero seguí siendo como soy... con unos cuantos cambios.
Sigo escribiendo poemas cuando me da, sigo contando vidas extrañas que extrañan muchas cosas; sigo emocionandome al ver un atardecer o contemplar las estrellas tumbada en la hierba. Sigo queriendo cantar muchas canciones tristes, más ahora que son muchas; sigo queriendo sufrir si hace falta por los demás.
Me cambiaste. No por completo, pero si bastante. Y cuando ya casi terminé de cambiar, todo se fue por la borda.
Empezaste a gustarme.
Me pregunto si realmente fue desde el principio y no a mitad, pero no lo creo. Yo simplemente quería ser tu amiga; cuando lo logré y te conocí mejor, me encapriché.
Porque solo era un capricho, verdad?
...
Se suponía.
Pero fue a más. Conforme íbamos estrechando la amistad, mi corazón se iba estrechando en torno a tu nombre.
Ah, príncipe loco, desbocado, príncipe extraño... que duro se me ha hecho todo este tiempo estar contigo. Te entiendo, te comprendo, te conozco, pero no aprendo. Y estoy cansada. Me cansé una vez ya, pero, como se suele decir, el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra; y yo no iba a ser la excepción, verdad?
Me cansé, te hice una promesa. Oblivion.
Y lo intenté, vaya si lo intenté. Como dice Missy Higgins, "never say you've tried for the last time"; y no lo hice. Y creí incluso que lo había conseguido.
Los desengaños como ese sientan mal, ojii-sama.
Y llegó la tarde. Las ilusiones ya se han deshecho, sabes? Un nuevo cosido, otra aguja, otro hilo, y cierro el desgarro. Por última vez. Porque ahora si, de verdad, te digo adiós.
Adiós, príncipe extraño. Es mi turno de ser como tú. Mi turno de olvidar de una vez.
Que vaya bien. Sigue siendo como eres, como dicen Tegan y Sara en su canción "dark come soon": "Hide out from the ones you know will love you"
Menos mal que no me viste venir; soy feliz siendo como soy ahora. Algún día, si supero este miedo a recaer, hablaré contigo, y me reiré de mi misma; me reiré de este tiempo alocado, y volveré a darte las gracias por todo. Y podremos volver a salir, ya hacer locuras. Y quien sabe, tal vez a mirar una puesta de sol.
Adiós, principe extraño, príncipe desbocado. Te deseo lo mejor, que vivas bonito, mucho y bien. Si puedo, estaré contigo. "Goodbye for a while".
"And now we're saying bye..."

domingo, 7 de marzo de 2010

Barco de papel

"La noche no es mas oscura porque la luna no esté
Es lo que digo, atrapada en esta jaula de cristal.
Tu sonrisa es el lastre que me hunde,
Tus ojos son el ancla que no me deja moverme;
Y, sin embargo, eres la vela de seda de este barco,
de este delgado barco de papel.
Quiero soltar amarras y contarte la verdad
Pero si te alejas de mí el mar me arrastrará
O tal vez no…
No lo sé, no lo sé… no lo sé.
Quiero aferrarme al cielo, a cualquier estrella,
Pero, por más que lo intento,
La tuya es la que siempre brilla más.
Tú eres mi pena, mi saña, mi aliento;
Quererte así es ir en contra del viento.
Y, sin embargo, eres la vela de seda de este barco,
De este delgado barco de papel."