sábado, 2 de abril de 2011

Efectos de luz

Olvidar de repente todo eso que te ha hecho ser tú...
¿Quién eres y dónde estás ahora?
No te veo... tal vez tenga que dar el quién vive a alguien extraño. ¿Quiero? ¿Puedo? ¿Este camino es diferente, o el mismo con otros ojos?
Como si todos los días, los iris fuesen distintos.
El sol cambia las cosas, si cuando las miras estás bajo la luna.

martes, 29 de marzo de 2011

El ángel que se sentaba en los rascacielos



[...]Si, había historias; en los cafés y bares a los que iba, algunas veces escuchaba descabelladas leyendas de demonios, de asesinos, de inesperadas vecinas neuróticas con rodillos de cocina cubiertos de sangre. Ella se reía por dentro siempre que las escuchaba.
También estaban las historias bonitas de romances sobre los tejados, esas de macarras de buen corazón que enamoraban a princesas de coletas y uniforme de estudiante. Pero Sarah era su propio príncipe; un príncipe de gatos de callejón, que no buscaba ningún amor perfecto. Así que también de estas leyendas se reía.
La última historia que había escuchado era una de las bonitas; un ángel que aparecía sentado en algún tejado todas las noches, y borraba todas las penas del corazón de quien escuchaba su voz, dulce y suave[...]

(En proceso)