lunes, 16 de septiembre de 2013

Reencuentros bajo cero, cero, cero

Eh, cuánto tiempo. ¿Qué tal, Bestia?
Casi te había echado de menos. Si, si, ya sabes; los que se odian, se aman. Y qué amor, el nuestro. Pues yo soy tú, y tanto me odias que sin mi no vives.
Y es tal mi odio, que ya no es siquiera odio, sino un amor profundo y sincero. Porque, ¿qué podemos hacer sino amarnos, sino cometer por nosotros mismos todas esas locuras que hacemos cuando estamos enamorados?
Estamos locos por nosotros mismos. Tanto que incluso nos mantenemos con vida cada día, cada minuto, cada micra de segundo. Nos amamos hasta rozar lo indecente, Bestia, ¿no es cierto? Porque yo te amo, y tu me amas.
Y al amarnos tal y como nos odiamos, nos haremos ser mejores. Porque si nosotras dos nos odiamos, y ese odio es amor... imagínate al mundo, que no odiamos, sino que amamos. Amamos al mundo como la vida, como la dulce belleza de todas las cosas que se odian y se aman, a veces sin saberlo, y a veces sin que nosotras lo sepamos.
Te quiero, Bestia. Te quiero, no sé si por voluntad propia o por instinto, pero te quiero.
Dirección. Nunca es suficiente. Camino, camino, música, batalla, ser. No pares, no pares todavía; no es aquí, no es todavía, aún no hemos alcanzado lo mejor. Máximo, camino, no hay final, sigue, sigue, SIGUE caminando, sigue trazando, márcate, aún estás cayendo, no dejes, no te rindas, no pares, aún queda mucho por decir, mucho por hacer, mucho por cambiar, no debes terminar, elige qué debes continuar. Hay tormenta, no puedes dejar que los rayos no suenen, aprovecha la lluvia, sigue tu camino y empámpate de lo que cae, sigue, camina, no retrocedas, no te pierdas, no confíes, confíate, apártate de la senda, haz tu camino en el cielo, siguie andando, NO TE PARES, no, aún no, todavía más, aún puedes más, aún mejor, siempre mejor, siempre mejor, siempre mejor, SIEMPRE MEJOR