jueves, 13 de diciembre de 2012

Tú y yo no nacimos en octubre

Pero sigo pensando en las mil y un posibles vidas
en las que renacer 
sin habernos ido,
para volvernos a encontrar. 
Para volverte a buscar, no importan los años que pasen
-aunque sea en mi cabeza.
Porque la sangre corre por nuestra propia piel, 
por nuestras propias manos, 
por nuestra propia voluntad. 
Porque herimos para poder morir a manos 
de nuestra otra mitad.
Destrozar
para no tener que asesinar,
para seguir encontrándonos uno, dos
tres, cien, doscientos años después
-aunque sea en mi cabeza.
Y te sigo buscando, vidas después,
aunque tu y yo no nacimos en octubre.

martes, 11 de diciembre de 2012

Nunca sabrás hasta dónde alcanzan las consecuencias de tus pensamientos