jueves, 30 de octubre de 2014

Nosénosénosénosénosé

No me reconozco, y es frustrante. No me reconozco en lo que dices, en lo que escribes, en lo que piensas, o en lo que siento y tengo. No me siento, pero quiero creer.
La Bestia debería aprender a gruñir en lenguaje humano. Así, podría entenderla.
Di, Bestia, ¿qué quieres? ¿Por qué ahora arañas, te debates, rompes mi interior y me despiertas envidiosa, ansiosa, oscurecida en amargura?
Yo también debería empezar a escribir en lenguaje humano. Igual así me entendería. Igual, tal vez, debería dejar de mezclar mensajes en pantallas y separar mis preguntas.

¿A quién le hablas, león?

¿Por qué somos así, Bestia? ¿Qué he de hacer conmigo?

¿Quién eres, quién soy?

O es la misma pregunta...

domingo, 26 de octubre de 2014

Azul, eres azul

Yo meto la pata cuando abro la boca. Tú te pones triste.
Somos idiotas juntas, y lloramos porque tenemos miedo. Si estuviera contigo cuando digo la estupidez, te acariciaría el pelo azul y te pediría perdón.
¿Puedes -porfa- imaginarte que lo hago? ¿Puedes perdonarme?

Siempre creíste que eras buena actriz

Recuerdo el olor. Me duele sólo de pensar en él.
Cálido. La habitación a oscuras. Una película de fondo, sin importancia alguna.
No importaba nada. Era mi tarde de otoño.